Rehabilitación de la ermita de Sant Pau

Localización

Sant Pol de Mar

Superfície

315 m2

Año

2019

Fotografía

Laia Tió

La rehabilitación de la ermita de Sant Pau ha sido un trabajo acompañado de mucha emotividad para nuestro despacho: rehabilitar un edificio histórico con más de 1,000 años de antigüedad y una de los iconos del patrimonio histórico del Maresme no nos ha dejado indiferentes. La historia y los orígenes de Sant Pol giran en torno a Sant Pau, desde que era una torre de defensa en la época medieval, pasando por monasterio benedictino, hasta la ermita de la actualidad. Estas diferentes fases a lo largo de los siglos las hemos ido identificando con los rastros que hemos encontrado durante las obras de rehabilitación, lo que nos ha permitido contemplar con aún más respeto el edificio icónico de Sant Pol.

Es tan impactante la tranquilidad que se respira desde la cubierta de la ermita con vistas al mar, sabiendo que estamos pisando las mismas piedras que pisaban los monjes hace cientos de años, que la rehabilitación ha sido un trabajo marcado por el respeto y la dedicación.

Cuando se comenzó a construir el túnel del tren en el año 1854, se generó una grieta longitudinal que atravesaba Sant Pau de extremo a extremo, y aunque esta grieta ha sido reparada a lo largo del tiempo, en los últimos años volvía a estar muy abierta. El proyecto de rehabilitación que hemos llevado a cabo ha consistido, por un lado, en coser la gran grieta que comenzaba en el ábside de levante, recorría la nave central y terminaba en la fachada de poniente, y por otro lado, en la rehabilitación de la cubierta de la ermita que presentaba un avanzado estado de deterioro. De esta manera, la intervención ha permitido recuperar la imagen de un Sant Pau con las dos fachadas blancas y limpias que son visibles desde la mayoría de lugares de Sant Pol.

La rehabilitación de la cubierta de la torre ha consistido en sustituirla completamente por una nueva cubierta reproduciendo lo que había existido hasta ahora. Y la rehabilitación de las fachadas se ha llevado a cabo cosiendo la gran grieta mediante diversas técnicas y materiales de última generación, dependiendo de la tipología del paramento en el que se ha intervenido. Como materiales de acabado, se ha aplicado mortero de cal como revestimiento de los paramentos que habían quedado deteriorados, recuperando la textura final que siempre ha tenido la ermita.